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Fotografías que marcan los hitos de la vida

    

 

Ángel Martínez, nacido en 1971, heredó de su padre no solo el nombre sino también la pasión por la fotografía. Fue con él con quien se inició en la profesión en la que ya lleva más de 20 años, revelando los rollos de película y positivando copias. Ángel afirma que echa de menos el encanto del trabajo manual típico de la fotografía analógica.

Ángel se formó en la escuela de fotografía EFTI (1991), obtuvo una diplomatura en cinematografía (dirección de fotografía) en la escuela Séptima Ars (1994) y en la escuela audiovisual del ayuntamiento de Madrid se formó en fotografía publicitaria (CENTAV, 1996). Empezó trabajando como aprendiz y fotógrafo asistente en el estudio de Pasquale Caprile

renombrado fotógrafo publicitario, que colaboraba con las mejores agencias de publicidad españolas e internacionales.

En su empresa trabaja en solitario aunque en algunos encargos de mayor complejidad tiene un asistente y en ocasiones un segundo fotógrafo. Solo acepta dos o tres encargos a la semana y una boda por cada fin de semana para garantizar la calidad de su trabajo. Es probable que estas restricciones hayan causado que su presencia en internet haya sido relativamente tardía. Acaban de renovar la web, que aún está en desarrollo. Ángel Martínez está especializado en la fotografía social (bodas, comuniones, eventos familiares, retratos, embarazadas, retrato institucional, etc.) y fotografía comercial (e-commerce), así como la de espacios interiores (arquitectura/inmobiliaria, restaurantes, ferias profesionales).

Ángel, ¿qué es lo que más te apasiona de la fotografía de eventos? ¿Por qué te especializaste en este tipo de fotografía?

Lo que más me apasiona es que cada evento es diferente e irrepetible, ninguna boda es igual a otra y cada una presenta un reto nuevo, con diferentes protagonistas, en diferentes localizaciones. Pero, sobre todo, lo más motivador es la satisfacción final del cliente cuando ve su reportaje finalizado. Esta satisfacción es la culminación al esfuerzo de muchas personas, que en muchas ocasiones les ha llevado más de un año de preparación.

En este trabajo nunca te aburres.

¿Qué cámaras prefieres utilizar en las sesiones fotográficas y por qué?

Tanto para las sesiones que realizo en el estudio como para reportajes en localización, trabajo con cámaras reflex Nikon de formato completo. A eso hay que añadirle diferentes objetivos de focal fija y variable, lo más luminosos posibles.

El formato completo (FX) proporciona una mayor calidad de imagen y un efecto bokeh más suave y pronunciado, ideal sobre todo para retratos.

En cuanto a la marca, sinceramente no tengo preferencias especiales. Trabajo con la marca Nikon porque lo llevo haciendo muchos años y siempre me ha dado buenos resultados. El resto de mi equipo está adaptado a esta misma marca.

Además, incluso en exteriores, suelo iluminar bastante con equipos estrobist de flash, y tanto en estudio como en exteriores utilizo varios modificadores (paraguas, ventanas, octágonos).

Según tu experiencia, ¿qué es lo más importante para garantizar la mejor fotografía de los asistentes a un evento social? ¿La iluminación, la vestimenta, la escenografía u otro elemento? ¿Por qué?

Tanto la luz como el espacio donde se realiza un reportaje son de vital importancia. La luz es un elemento bastante variable en los eventos sociales. Si tenemos en cuenta que el evento suele desarrollarse a lo largo de muchas horas y en muchas ocasiones en localizaciones exteriores, dependemos de la luz solar, que es algo que el fotógrafo no puede poner ni quitar a su antojo. Lo que sí puede hacer es adaptarse a ella y aprovecharla de diferentes formas, jugando con contraluces y utilizando modificadores para rebotarla y filtrarla mejorando su calidad. Todo ello sin olvidarnos de la utilización de flashes, que empleados de manera correcta, nos pueden dar resultados muy naturales y gratificantes.

En interiores, jugaremos con luz artificial y nuestro equipo de flash y en algunas ocasiones nos veremos obligados a subir el ISO de nuestra cámara para exponer correctamente.

En cuanto al escenario donde se realiza el evento, hay que decir que, por supuesto, también es de suma importancia. En la mayoría de los casos es algo que el fotógrafo no elige, pero sí debe saber buscar los elementos y rincones perfectos para la toma fotográfica. Hasta en los sitios más feos podemos encontrar lugares con cierta magia y sacarles provecho.

En cuanto a la vestimenta de los invitados, es algo en lo que los fotógrafos no se deben meter, no estamos realizando un shooting de moda. Simplemente me adapto y trato de sacar el mejor partido posible resaltando los detalles.

Por último, y este es un factor que considero determinante, está la buena disposición, tanto de los protagonistas como de los invitados del evento a participar en el reportaje. Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones el fotógrafo les acompañará, aunque sea en ocasiones a cierta distancia durante todo el día, y no un día cualquiera, sino uno de los más importantes de sus vidas. Por eso es vital la complicidad del profesional que cubre el reportaje con nuestro cliente; es fundamental realizar una entrevista previa en persona, para que nos conozcan de antemano, explicarles nuestra forma de trabajar y responder a todas sus dudas. Solo así conseguiremos la suficiente confianza para desarrollar nuestro trabajo con éxito.

¿Cómo describirías tu estilo fotográfico particular? ¿Se ve reflejado en las fotografías de eventos que haces?

Pienso que mi estilo es bastante natural, no suelo forzar mucho mis reportajes y prefiero ser un mero espectador de lo que ahí acontece. Intento intervenir directamente lo menos posible y que mi presencia apenas se note. Aunque, he de reconocer que hay que seguir un pequeño guión porque se trata de contar una historia, la cual tiene que tener un principio, un desarrollo y un final, o mejor dicho, un continuará…

Siempre me reservo un pequeño espacio de tiempo para hacer posar a los protagonistas delante de la cámara. Quizá estas fotos puedan resultar un poco más artificiales pero son necesarias para que algunas tomas tengan un resultado un poco más artístico.

Fotografía para recordar o para capturar

La formación heterogénea de Ángel Martínez como fotógrafo, así como su larga trayectoria en la profesión que se inició cuando era niño en el estudio fotográfico de su padre, le proporciona una batería de conocimientos, herramientas y estrategias para lograr lo que el cliente necesite. Ya sea para lanzar un producto al mercado o promocionar una empresa capturando la atención del público o para recordar los hitos más importantes de la vida de una familia, Ángel sabe poner el arte fotográfico al servicio de las necesidades de sus clientes.

Si quieres más información sobre Ángel Martínez visita su pagina web.